Los faros del coche se van deteriorando con el tiempo, pierden su transparencia que dejan pasar la luz con todo su esplendor y empiezan a volverse opacos o amarillentos. Aunque normalmente no le prestamos mucha atención a este problema, es muy importante tenerlos en correcto estado por nuestra seguridad y la de todos, ya que así seremos vistos y veremos mejor.

Esto ocurre por el tipo de material del que están hechos los faros. Este tipo de polímero se va desgatando con el sol.

¿Pulir los faros o cambiarlos por unos nuevos?

Si se trata solo de la erosión y no de una rotura podemos optar por pulir los faros, ya que económicamente nos va a salir mucho mejor. Pulir los faros en un taller tiene un coste de 100€ más o menos, mientras que cambiarlos por unos nuevos te puede suponer una factura de 250 a 600 €.

También tenemos la opción de hacerlo nosotros mismos, que nos saldrá mucho más barato siempre que tengamos las herramientas necesarias.

¿Cuándo hace falta pulir?

Cuando empiezan a perder su transparencia y brillo y comienzan a ponerse amarillentos o translucidos.

Que necesito para pulir los faros del coche

Las herramientas que utilizaremos son muy básicas y seguro que las tienes por casa. En el caso de no ser así, venden kits por internet entre 10 y 20 €.

Herramientas necesarias:

  1. Trapo, jabón y agua.
  2. Trapo de algodón que no deje pelusas.
  3. Taladradora con dos discos de lana.
  4. Lija grano 400, grano 1000 y grano 2000.
  5. Cinta de carrocero.
  6. Pulimiento líquido con siliconas (Se recomiendan guantes de vinilo para su uso)
herramientas pulir faros coche

Como pulir los faros del coche paso a paso

Paso 1

Lo primero que debemos hacer es limpiar los faros con un trapo, agua y jabón. Deben quedar perfectamente limpios sin ningún resto de grasa, suciedad o excrementos. Cuando tengamos los dos faros limpios, usaremos la cinta de carrocero para tapar la zona colindante que no vamos a lijar, y así proteger nuestro vehículo para no dañarlo en el proceso.

Paso 2

Ahora tenemos que lijar el faro con las diferentes lijas de grano. Vamos a lijar la zona desgastando un poco el plástico del faro. Comenzaremos por la lija de menos grano e iremos aumentando. Recomiendan comenzar por una de 400, que esta dejará el faro blanco, seguir con la de 1000 y terminar con la de 2000, que terminará de dejarla más lisa y sin arañazos. En este proceso quitaremos esa parte translucida del faro. Hay que tener cuidado con esta parte del proceso, hay que lijar una parte, pero la suficiente para que se vea y no llegues a romper el faro.

Se puede mojar un poco la lija y los movimientos deben ser suaves y constantes, iguales en todo el faro.

Paso 3

Volvemos a limpiar el faro, esta vez solo con agua, y lo secaremos. Tiene que estar completamente seco.

Paso 4

Es el momento de pulir. Para ello lo primero que haremos es extender por el faro uniformemente el pulimento liquido (hacerlo con guantes). También puedes echar un poco en el disco de algodón. Si utilizas taladradora debe de ser un movimiento no excesivamente rápido, y no es necesario apretar.

Cuando creas que ya están pulidos por su aspecto, debes lavar con agua, jabón y secarlo. Ahora puedes pulirnos de nuevo con el disco de algodón limpio.

Paso 5

¡Ya lo tenemos! Solo queda quitar la cinta de carrocero, limpiarlos de nuevo, y ver que han quedado perfectos.

Una opción más para que los faros queden mucho mejor y por más tiempo, es aplicar un barniz o sellado protector antes del último paso.

Recordar que hay que ser sutil al utilizar tanto las lijas como el taladro con los discos. No hace falta emplear la fuerza, solo suavidad y misma constancia en todos los lados.

Encontrarás un montón de soluciones caseras para arreglar los faros, pero esta es la más parecida a la que te harían en un taller y la que personalmente he utilizado en varias ocasiones, por lo que sabemos que funciona.

Esperamos a verte ayudado un día más. ¡Nos vemos en la carretera!